La importancia de nuestros bosques y su regeneración
Nuestros bosques tienen fijado algo más de 3.000 millones de toneladas de CO2, incrementándose anualmente en 75 millones de toneladas, lo que equivale aproximadamente a un 19% de las emisiones deCO2 en España. La fijación de CO2 que se consigue mediante proyectos de silvicultura intensiva puede alcanzar 25 toneladas por hectárea y año.
El Protocolo de Kioto reconoce el decisivo papel de los bosques en el ciclo del carbono y su efectiva contribución en la lucha contra el cambio climático, ya que considera a los bosques como sumideros de carbono. Su capacidad de absorber CO2 supone un recurso de primer orden para que se cumpla el Protocolo de Kioto, dado que una parte importante de CO2 de origen humano puede ser extraída de la atmósfera por una masa forestal adecuadamente gestionada.
Los bosques deben concebirse como un factor fundamental de la calidad de vida de los ciudadanos, una riqueza a proteger y también como una oportunidad de desarrollo económico, de innovación tecnológica y de creación de empleo. La lucha contra el cambio climático pasa por mantener protegidos nuestros bosques ante todo tipo de agentes nocivos.
Por ello, la actividad forestal alcanza una importancia enorme en el ciclo del carbono, pues las masas forestales, a través de la fotosíntesis, extraen grandes cantidades de carbono presente en la atmósfera para fijarlo en sus estructuras. De este modo, nuestros bosques contribuyen a la mitigación del cambio climático. Son las masas forestales jóvenes, es decir, las que están en crecimiento, las que fijan más carbono.
Estrategias forestales
La gestión de los ecosistemas forestales puede mitigar los efectos del cambio climático mediante tres estrategias básicas.
1.º El mantenimiento del carbono actualmente almacenado. Por tanto, la conservación de los ecosistemas naturales es clave de esta estrategia.
2.º La captura o aumento de la cantidad de carbono retenido en los ecosistemas, mediante el aumento de la superficie forestal, la utilización de las técnicas forestales que permitan aumentar la fijación de CO2 por los bosques y la recuperación de terrenos degradados.
3.º La sustitución de productos combustibles procedentes del petróleo y otras fuentes no renovables por productos procedentes de la gestión sostenible de los sistemas forestales.